miércoles, 5 de mayo de 2010

Películas para leer

El guión es el primer documento que se concibe para la creación de una película, en un centenar de páginas (se considera que cada cuartilla escrita corresponde a un minuto de filmación) se describe la manera como va a ser narrada una historia a partir de su fragmentación en escenas, indicaciones temporales y espaciales, y el diálogo de los personajes.

En un primer acercamiento, el guión no sólo sirve para estimar el coste de un proyecto, pero también para organizar el trabajo de actores y técnicos durante el rodaje, así como para definir la secuencia del montaje y la edición durante la postproducción.

La vida de un guionista es difícil: deben circunscribirse a pensar en imágenes y sonidos, por lo que no se pueden dar el lujo de artificios literarios que no pueden llevarse a la pantalla; pocas veces se les considera “creadores” de la película (el cine de autor es una excepción), y el resultado de sus desvelos está condenado a tener una existencia subordinada a la película a la que dará origen por lo que incluso se le ha negado al guión su calidad como “objeto artístico”.

Jean-Claude Carrière, guionista de Buñuel, señala que “una película está terminada cuando el guión ha desaparecido” y para ello, el guión debe sufrir una doble muerte: la primera durante el rodaje de una película y una segunda durante la edición. Sólo cuando la estructura se ha vuelto invisible, cuando deja de ser percibida y el espectador puede volcarse exclusivamente sobre el filme y no sobre la forma como está hecho, es cuando la puesta en escena ha tenido éxito.

En un tiempo anterior al Beta, al VHS y a los DVDs, era impensable que uno pudiera ser dueño de sus películas favoritas, en esos tiempos, uno debía conformarse con conseguir el guión. Comprabamos cine para leer y reconstruíamos la película a partir de sus fragmentos: los carteles, el guión, la banda sonora. Ahora casi cualquier película está al alcance inmediato de nuestros ojos.

Lo reto a que busque el guión (literario o técnico) de cualquiera de sus películas favoritas ¿encontró en él todo lo que le maravilló de una escena en particular? ¿encontró la iluminación expresionista de Psicosis, los paisajes melancòlicos de Angelopulos, la música reptante de Won Kar Wai o el ritmo vertiginoso de Amores Perros? Seguro que coincidirá conmigo: el cine es algo que trasciende al guión.

Jean-Claude Carrière, La película que no se ve. Paidós, 1997.
Anne Huet, El guión. Paidós, 2006.

Colaboración del 7/04/2010

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