Una característica del pensamiento humano es la tendencia a clasificar: buscamos características similares en los objetos y fenómenos a nuestro alrededor, definimos partones y los categorizamos. De esta forma, nos sentimos más a gusto para enfrentarnos a cosas nuevas siempre que podamos encontrar un patrón similar en nuestro archivo de experiencias previas.
De igual forma, las películas han sido clasificadas en géneros con base en los patrones que muestran.
El género es una serie de convenciones compartidas por distintas películas. Sin embargo, es más fácil reconocer un género que definirlo ya que las convenciones varían de un género a otro. En algunos casos puede tratarse de personajes y decorados (western), elementos artísticos (musical), tema (cine erótico), por el efecto que buscan provocar en el espectador (comedia, thriller, horror, melodrama), por el tratamiento técnico (documental, animación), etc.
Se dice que los géneros son un pacto implícito entre el director, el público y los críticos para crear y satisfacer expectativas; que se trata de un invento mercadológico; pero también se ha señalado que son reflejo de tendencias sociales, e incluso un medio de catarsis para enfrentar los temores y reforzar los valores de una sociedad. En todo caso, el género es una forma rápida de comunicar información sobre una película que el público entiende fácilmente.
Los géneros y subgéneros nacen del éxito y la imitación. Si una película muestra una fórmula exitosa es muy seguro que otros creadores la imitarán hasta agotarla. Este período de popularidad de un género es llamado ciclo (por ejemplo el ciclo de las películas de desastre fue la década de los setenta).
Los géneros han sido menospreciados como limitantes del ingenio, sin embargo, la constante aculturización, la mezcla y rompimiento de las convenciones demuestran un proceso dinámico que genera fórmulas novedosas que a su vez han dado a lugar a nuevos géneros y subgéneros.
La interacción entre elementos familiares y originales es fundamental para la renovación constante de la cinematografía y para dar frescura a los géneros. El género, entonces, no debe ser un elemento suficiente para determinar la valía de una película, pero sí es una herramienta útil para describirla y un punto de partida para su análisis.
Versión impresa: http://impreso.milenio.com/node/8732204
martes, 16 de marzo de 2010
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